“A pesar del buen comportamiento de las bolsas europeas tanto en lo que llevamos de año como durante el ejercicio pasado, sigo siendo positivo y espero más subidas”, ha declarado optimista en Bloomberg Herbert Perus, responsable de renta variable de Raiffeisen Capital Management, quien considera un buen síntoma que las compañías europeas que han obtenido resultados mejores de lo esperado se han incrementado, frente a aquellas cuyos números no han sido tan positivos.
Opina lo mismo en Reuters Joffrey Ouafqa, gestor de fondos de Convictions: “La temporada de resultados del primer trimestre refleja el escenario de recuperación macroeconómica, aunque de forma moderada, y demuestra que el efecto divisa están siendo menos dañino que en el último trimestre del año pasado (…) Si la recuperación macroeconómica se confirma, los resultados corporativos y los precios de las acciones seguirán subiendo. Esto es lo que el mercado necesita en este momento”.
La mala noticia es que las esperanzas de que el BCE actúe generan incertidumbre sobre si lo hará con medidas de política monetaria convencional o no convencional. Desde Santander Private Banking enumeran entre las primeras el recorte del tipo repo, la fijación del tipo marginal de depósito en negativo o la no esterilización de compras en SMP; y entre las no convencionales, una QE; o una combinación de ambas.
“A pesar de que el BCE ha reiterado en varias ocasiones que todas las alternativas están encima de la mesa, lo cierto es que el contexto actual limita el grado de efectividad de algunas medidas. Dada la evolución de las curvas soberanas de los países de la Zona Euro, pensamos que no tendría mucho sentido poner en marcha un programa masivo de compra de deuda, porque el impacto en los costes de financiación soberana sería muy limitado. En cambio, un programa de compra de titulizaciones en manos de las entidades financieras o, incluso, inyecciones masivas de liquidez (LTROs) condicionadas a la concesión de crédito (mecanismo similar al funding for lending del Banco de Inglaterra), podrían atajar de manera efectiva la fragmentación financiera existente en la Zona Euro”, explican estos analistas.
María Gómez