Realmente ya llevamos tiempo escuchando este tipo de augurios, pero la bolsa americana sigue como “un tiro”, a un paso no excesivamente rápido pero sí muy estable y continuado, con un crecimiento más que sostenido -al menos por el momento-. Sin duda
A pesar de la reciente alegría en la bolsa española, “la reina” -o la verdadera referencia- de las bolsas occidentales sigue siendo la americana, aunque a muchos inversores todavía les cuesta mirar más allá de nuestras fronteras. Desde hace tiempo todo se puso a favor de las revalorizaciones bursátiles, exceptuando algunos mercados problemáticos, como Grecia, Portugal, España… por citar los más próximos y conocidos, pero Alemania o Estados Unidos, dos grandes países que son referencia para muchos, han sorteado la crisis -cada uno a su manera- y han presentado unas oportunidades de inversión gigantescas. Pero lo que el lector se preguntará es si hoy sigue siendo así. En mi modesta opinión y centrándome más en la bolsa americana -ya que está de celebración por esos nuevos máximos-, creo que en términos de beneficios podemos decir que está en torno a su media histórica, que el sector inmobiliario lleva ya varios meses despertando de su largo letargo, aupado por un sector financiero que funciona tras rescatarse ágilmente allá por los años 2008-2009, y que la diversidad de sectores y empresas que tiene EEUU es digno de elogio. Pero lo que aún es más importante es la determinación de la FED en continuar con la compra de activos -previsiblemente hasta finales de este año 2013- hasta que el desempleo haya caído o esté encaminado hacia niveles pre-crisis, esto es hasta prácticamente el 5% frente al 7.6% actual. Este empuje supone 85.000 millones de dólares al mes en compras, que no son otra cosa que creación de dinero que llega al sistema y que sirve para aumentar el precio de los activos elegidos a comprar, en su mayoría bonos de Estados Unidos. Pero que indirectamente aumenta el valor de otros activos como la renta variable.
Todo apunta a que la inercia sigue siendo positiva en la bolsa americana y que el siguiente escollo a salvar sea el fin de los estímulos de la FED, donde el mercado habrá de testearse -al igual que ha sucedido en España tras el fin de la prohibición de los cortos, aunque sean situaciones diferentes-. Aún hay tiempo, y teniendo en cuenta la determinación de Bernanke en llevar hasta el final todas las “armas” a su alcance en materia de política económica, parece que aún deberían de quedar años buenos para la bolsa de Estados Unidos -con la FED y sin la FED-, siempre y cuando los beneficios empresariales sigan creciendo a un ritmo similar a la bolsa y la tasa de paro vuelva a niveles normales, ya que de lo contrario la burbuja de la que algunos advierten podría convertirse en realidad. Lógicamente hay riesgos, y siempre los habrá. Tensiones geopolíticas en Corea, Irán… más crisis en Europa y resoluciones “sorprendentes” y preocupantes para todos, que la inflación aumente a un ritmo superior a la recuperación -lo cual parece difícil a día de hoy-, el frenazo de algún emergente como China o Brasil -también lejano hoy por hoy pero no descartable- o cualquier hecho imprevisto, que de hecho son los que más daño hacen a los mercados y que, como su nombre indica, no podemos prever. Aún con todo, la FED ha medido bien los riesgos y ha calculado con bastante precisión la creación de dinero necesaria para estimular la economía sin generar la temida inflación que los hubiera conducido a una segunda recesión sin solución. Diría que estamos a mitad de camino y que las condiciones actuales nos siguen impulsando a asumir más riesgos, al menos en lo que a Estados Unidos se refiere. Europa y otras regiones son otra historia de la que tendremos que hablar.