De hecho la crisis que se vivió en China provocó que fuera el tercer peor mes de agosto de la historia en el índice de referencia del mercado español con una caída que llegó hasta el 8,2%
En ocho ocasiones el Ibex 35 cerró el mes de julio en positivo, como ha ocurrido este año. En cinco de ellas al mes siguiente, en agosto, el índice de la bolsa española cerró en negativo, mientras que en las otras tres veces siguió la tendencia al alza. Se trata de un dato que no muestra apenas determinación, como si sucede en las ocasiones en las que el séptimo mes del año ha mostrado descensos, en el que el porcentaje de caídas al mes siguiente es más abultado.
En términos generales, se puede decir que agosto se encuentra enmarcado dentro del peor trimestre para el Ibex 35 de todo el ejercicio. Julio, agosto y septiembre son meses que suelen reflejar pérdidas en promedio. La media de los últimos veinte años para el mes de julio es del -0,1%, del -1,2% para agosto y del -0,1% en septiembre. Una negatividad que da la razón a la famosa máxima del sell in may and go away.
Por el contrario, más allá de hacer un enfoque al corto plazo, cabe también atender los movimientos futuros que realiza el selectivo español en el último trimestre del año, sobre todo para aquellos que miran los momentos de caídas con el fin de aprovechar revalorizaciones futuras que proporcionen rendimientos interesantes a sus inversiones.
En este sentido, lo que se deduce de los datos históricos recogidos por FactSet es que el último trimestre del año es el más interesante en cuanto a las subidas que se observan dentro del Ibex 35. Y es que en octubre muestra un avance medio del 2,3%, en noviembre suma de media un 1,7%, mientras que en el último mes del año, diciembre, el selectivo nacional avanza en promedio un 1,5%.
En definitiva, aglutinando todas estas cifras, que no señalan sino una tendencia media en las dos últimas décadas, lo que se puede señalar es que simplemente hay que tener cautela con la evolución que puede desempeñar el Ibex 35 en el corto plazo. Máxime con todas las incertidumbres que ya carga sobre sus espaldas el mercado español. Sobre todo desde los máximos que alcanzó en abril del pasado año.