En su opinión ahora, igual que ocurría entonces el entorno económico está afectado por temas similares en los que se incluye una caída de los precios del petróleo, la revalorización del dólar y algunos problemas en mercados emergentes.
En su opinión, por esas razones, las consecuencias que sufren los mercados podrían ser similares; es decir, una caída de alrededor de un 20% en bolsa en seis semanas. Adams apunta que “a pesar de algunas señales preocupantes en el mercado, la economía parece estar aguantando razonablemente bien mientras supera la compleja situación del petróleo, se deterioran las exportaciones y se evidencia una recesión en el sector manufacturero que sugiere que es posible evitar una recesión doméstica”.
En su opinión, a pesar de que la corrección que se produzca este año no tendría por qué ser extrema, podríamos ver caídas de las grandes cotizadas de entre un 8 y un 10% adicionales.
En la CNBC también recogen comentarios de Stacey Gilbert de Susquehanna, en los que se reafima que la comparación con 1998 es congruente con la volatilidad a la que asistimos la semana pasada. La bolsa americana cayó un 6% en la primera semana del año, lo que convierte al actual, en el peor inicio bursátil de la historia.
Volatilidad
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