-¿Cómo terminaron las posiciones de autocartera de las empresas del Ibex 35 en un año marcado por la pandemia del coronavirus como el de 2020?
-2020 ha sido un año difícil pero todo lo contrario en cuanto al valor de la autocartera de las compañías del Ibex. Las compañías han conseguido aportar valor al accionista y retribuir de una forma complementaria a la retribución más común en España, que son los dividendos.
Las compañías han tenido que afrontar decisiones de prudencia pero han conseguido retribuir al accionista mediante la autocartera.
El valor de autocartera ha subido un 38,76%, pasando de 2.442 millones a 3.389 en 2020, lo que en términos porcentuales con respecto a la capitalización de las compañías hemos pasado del 0,4% al 0,63%.
Los dos motivos más importantes a los que podemos atribuir esta subida son: la compra de acciones propias por parte de las compañías en un año marcado por grandes caídas, pánico y precios bajos así como valoraciones atractivas. Se ha visto como en la segunda mitad del 2020 y en el 2021, las compañías se han alejado de los mínimos del covid.
En segundo lugar, por la amortización de acciones. Ha caído un 27%, en línea con la tónica general de Europa y EEUU. Lo más interesante de las amortizaciones es que de las 11 operaciones que se realizaron en España en 2020, diez se realizaron en la segunda mitad del año y cuatro de estas en los últimos dos meses del año, cuando ya teníamos noticias de las vacunas.
Lo podemos ver con la principal operación de amortización del Ibex 35 con Iberdrola, que realizó una operación por valor de más de 2.200 millones en julio cuando la compañía ya había llegado a máximos históricos.
Las compañías no solo han optado por la prudencia sino que, además, han aprovechado la coyuntura de los mercados, las situaciones de estrés, para aportar valor al accionista.
-¿Y cómo ha sido el comportamiento sectorial de la autocartera del Ibex 35? ¿Todas las compañías presentan una misma tendencia?
-La tendencia general es de subidas. En 16 de las 35 se ha conseguido subir el nivel de autocartera; en seis se ha mantenido y solamente en 13 ha descendido.
A nivel sectorial, sectores como el primero, con ACS y ArcelorMittal, el sector materiales básicos, industria y construcción, han tenido buenos comportamientos y han subido mucho el nivel de autocartera; sobre todo ACS con un 7,91%, que destaca frente al límite legal de la CNMV del 10%.
El sector energético también ha conseguido presentar niveles de autocartera por encima del 1%. El sector bancario ha sido interesante por las caídas de 2020 pero también por las decisiones del BCE, que decidió limitar la retribución vía dividendos para absorber cualquier impacto de la covid-19.
Compañías como Sabadell, Bankia... han subido su nivel de autocartera por encima del 1%.
Finalmente, destacan dos compañías del sector farmacéutico y biotecnología, que fueron incluidas en el selectivo en 2020: Almirall y PharmaMar, que también subieron significativamente el nivel de autocartera.
-¿Por qué realizan movimientos de autocartera las compañías cotizadas?
-La autocartera tiene muchos usos. El primero es la retribución al accionista vía compra de acciones propias y también está muy relacionada con la amortización de acciones. Cuando se amortizan acciones, los accionistas pasan a tener mayor porcentaje de los beneficios de la sociedad y, por tanto, no deja de ser una retribución.
También se puede retribuir mediante la distribución de acciones propias vía dividendo pero también se usa para generar y garantizar iliquidez, sobre todo en situaciones que pueden darse en el mercado, como las de 2020.
Otros usos sería retribuir a empleados, administradores, altos directivos... y también como contrapartida de operaciones corporativas.
-Dado que la autocartera puede ser información delicada y puede tener un impacto en la gestión de la empresa, ¿cómo está regulada su comunicación en las compañías cotizadas?
-La comunicación está muy regulada y supervisada para ir en línea con los objetivos que marca la CNMV: la transparencia, la garantía de la correcta formación de los precios, la protección al inversor... La CNMV se encarga de supervisar de manera estricta este tema para que no quepa ninguna duda de que pudiera haber un abuso de mercado o cualquier tipo de información privilegiada.
Establece normas muy marcadas y claras como el límite del 10% de nivel de autocartera de las compañías cotizadas frente a las sociedades anónimas no cotizadas del 20%. Otro ejemplo sería cuando una compañía adquiere un 1% o más de los derechos de voto de la sociedad en un acto, tiene que comunicar cualquier movimiento a la CNMV. Por tanto, las compañías no solo tienen una regulación estricta sino que también saben perfectamente qué tienen que hacer y cómo.