Abengoa presentó sus resultados del primer periodo del ejercicio en los que pasó de ganar 31 millones de euros en 2015 a perder hasta 340 millones de euros en los primer tres meses de 2016
. Durante los tres primeros meses de 2016, Abengoa ha seguido avanzando en las negociaciones del acuerdo de reestructuración financiera, con el objetivo de conseguir una estructura de capital que permita a la Compañía continuar su actividad de forma competitiva y sostenible. La situación de los últimos meses ha supuesto la ralentización general del negocio producido por la limitación de recursos financieros.



Las ventas en el sector de ingeniería y construcción alcanzaron 388 M € y un EBITDA de 5 M €, frente a 1.070 M € y 243 M €, respectivamente en los tres primeros meses de 2015. Esta reducción se debe principalmente a los efectos anteriormente mencionados de ralentización, y en algunos casos a la parada de algunos proyectos así como a la rescisión de determinados proyectos.

(Acceda a ver más análisis de Abengoa)

La cartera de ingeniería y construcción al 31 de Marzo de 2016 asciende a aproximadamente 4.800 M€, tras el ajuste de venta de activos, de líneas de transmisión brasileñas actualmente en proceso de reestructuración financiera y otros proyectos menores cancelados.

No obstante, durante este periodo, Abengoa se ha adjudicado nuevos proyectos por un valor total aproximado de 700 M€ en Arabia Saudí, Omán y Perú, entre otros. Las ventas en el sector de infraestructuras de tipo concesional alcanzaron 62 M € y un EBITDA de 42 M € en el primer trimestre, comparado con 122 M € y 85 M € en los tres primeros meses de 2015.

Esta disminución se atribuye a la venta de determinados activos a Atlantica Yield durante 2015 bajo el acuerdo de ROFO (Right of First Offer). En el sector de producción industrial, donde se encuentra el negocio de bioenergía, las ventas alcanzaron 269 M € y un EBITDA de 1 M € comparado con 367 M € y -7 M € durante los tres primeros meses de 2015, respectivamente. Esta reducción se debe principalmente a la ralentización mencionada anteriormente, e incluso la paralización de algunas plantas en los EEUU, Europa y Brasil. El impacto anterior se ha visto parcialmente compensado por el impacto positivo en los mayores volúmenes de etanol y azúcar vendidos en Brasil así como los mejores márgenes de etanol en Europa.