Meta (Facebook) sigue viviendo dos calvarios: por un lado, el que proporciona la coyuntura económica, que aleja a los inversores de los valores tecnológicos ante el impacto en ellos de la subida de los tipos de interés, en valor claramente intensivos en inversiones y a los que complica el encarecimiento por su endeudamiento ante el mercado.
Por el otro, encontramos los problemas sobrevenidos. En el caso de Meta, su reciente pasado le acompaña, a pesar del lavado de cara que supuso su cambio de nombre en una deriva que ahora además le persigue por sus pecados anteriores: los derivados de la primera gran crisis, la de Cambridge Analytica.
Se trata de la demanda de la fiscalía de Washington DC por ese caso en el que, si recuerdan, la consultora británica usó datos de Facebook de forma masiva sin consentimiento en el caso de millones de usuarios de la red social.
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Ahora un fiscal de la capital estadounidense ha demandado a Mark Zuckerberg por su participación directa en el caso, al entender su implicación cuando se registraron gravísimos errores de privacidad que le permitieron a Cambridge Analytica incurrir en una violación de esos datos privados de los usuarios, una demanda civil en el que se le piden al fundador de Facebook una indemnización por daños y perjuicios.
Recordemos además que Mark Zuckerberg atesora el 50% de las acciones con derecho a voto de la compañía. Es la segunda vez que se implementa esta demanda que ahora tiene que ver un juez tras el uso, de la empresa británica de datos de 87 millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento, que solo la empresa detectó dos años después en un análisis interno.
Esta reactivación de Meta en los tribunales le está costando cara en bolsa porque los avances apenas se producen en un 0,82% en la última semana, con caídas mensuales del 2,66% para el valor en el mes y del 7,3% en el trimestre mientras que, en lo que va de año Meta cede un 42% en Wall Street.
El otro problema al que se enfrenta tiene que ver directamente es el mantenimiento y progresión de que el entorno económico profundice en el discurrir desfavorable de la compañía. Así en la presentación de sus resultados, Snap advertía sobre sus beneficios futuros a cuenta de un entorno mucho más difícil, el que se le presenta, en su panorama del actual trimestre, de cara a sus resultados futuros.
Y ese efecto se reflejó en la pérdida hace casi una semana de un 10% en las acciones de Meta en el mercado, porque los inversores trasladan ese entorno negativo a otras redes sociales y su efecto actual en la publicidad digital. La broma le costó en capitalización a la antigua Facebook 53.000 millones de dólares.
Factores como la inflación, la subida de tipos por supuesto, la escasez de la cadena de suministro y, por tanto, las interrupciones laborales, junto con el impacto de la guerra pueden ir más allá de Snap, tal y como reconoce la empresa y afectar a la red social más grande del mundo como es Facebook, lo que se traduce en menor publicidad online.
Más allá de todo ello, en cuanto a recomendaciones, desde TipRanks de los 36 analistas que siguen el valor 26 se decantan por comprar, 9 por mantener sus acciones en cartera y 1 por vender con un precio objetivo medio de 278,88 dólares por acción, lo que supone otorgarle al alza un recorrido a las acciones de Meta del 43%.
Los expertos del mercado, de forma generalizada, recortan su precio objetivo, como ocurre con los de Moffet Nathanson que han reducido hasta los 280 dólares su potencial recorrido alcista, mientras Jefferies recomienda comprar el valor con PO de 310 dólares por acción.
Recortes que también practica Guggenheim Securities hasta los 250 dólares por acción. Y mientras desde Morgan Stanley se apuesta por sobreponderar los títulos de Meta en el mercado, con precio objetivo de 330 dólares por acción.