En su artículo asegura que “el 90% de las ganancias del Dow Jones desde 1897, es decir, desde hace más de 100 años, y el 70% de otros índices importantes, están concentradas exactamente en los días en que el Congreso está cerrado y además la volatilidad -y esto es casi más importante- es sensiblemente más baja cuando no hay sesión en el Congreso y más alta cuando sí la hay”.
Este efecto congreso provoca que “un dólar invertido en el Dow Jones en 1897, usando una táctica de estar sólo cuando no hay sesión, en 2001 se habría convertido en 216, excluyendo dividendos y comisiones para mayor simplicidad. Ese dólar invertido en 1897 en lugar de convertirse en 216, se convierte sólo en 2 dólares si lo que se está es siempre dentro de mercado cuando hay sesión. Realmente curioso”, apunta Cárpatos.
Pero el experto va más allá y apunta que “los beneficios son menores y la volatilidad mucho más alta cuando el gobierno es impopular.
Para Estados Unidos Cárpatos apunta que las cifras son las siguientes:
“Desde 1897 a 2004, el Dow Jones obtiene el 93,3% de sus ganancias totales en los 12.657 días en que el Congreso no está reunido, frente a los 16.919 días en que sí lo está. La media anualizada de días en sesión es de sólo +0,38% al año, mientras que la media anualizada de días en que no hay sesión es de +5,30%.
En el S&P 500 desde 1957 a 2004, tenemos que el 73,4% de sus ganancias totales están en los días en que el Congreso no está reunido. La media anualizada de días en sesión es de solo +1,87% al año, mientras que la media anualizada de días en que no hay sesión es de +5,17%.
Así que confirmado, las reuniones de políticos tienden a deprimir a las bolsas. Qué gran verdad es ese refrán del que les hablaba antes: reunión de pastores, perdición de las ovejas.", afirmaba Cárpatos
¿Y cómo pueden aprovecharse los inversores de este efecto político-fóbico?
En el año 2008, el propio Eric Singer decidió poner en marcha un fondo, el “
Congressional Effect fund”, con ticker CEFFX cuya estrategia de inversion básica era muy sencilla: sólo invertiría cuando las cámaras legislativas estuvieran cerradas.
El propio Singer hizo sus cuentas y apuntaba que si hay 252 días en los que la bolsa abre, el congreso suele reunirse entre 150 y 180 días. Singer optaba por estar en el mercado alrededor de un tercio del tiempo en el que se hace trading. El fondo, además, invierte en futuros del S&P 500 o ETF que siguen a ese índice.
Los datos desde hace más de un siglo muestran que la tendencia es clara, sin embargo el fondo de Singer se ha perdido el rally alcista de los últimos cinco años y medio. Los inversores que pusieron su dinero en ese vehículo en 2008 tienen prácticamente la misma cantidad hoy que en ese momento. El S&P 500, por ejemplo, a pesar de las sesiones que se ha reunido el Congreso en estos años ha logrado subir más de un 180% gracias, además, no sólo de los políticos, sino de los trillones de dólares que ha inyectado la FED en el sistema.
Nadie sabe lo que hubiera pasado sin ese torrente de dólares. Lo cierto es que luchar contra esta tendencia alcista ha sido realmente poco productivo, aunque quizá la opción es esperar y ver cuál es el resultado en el largo plazo.
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