Hay que asumir que, por muy seguras que aparentemente sean las inversiones, pueden dar pie a pérdidas parciales o incluso totales. Para reducir al máximo posible las probabilidades de que ello suceda, es aconsejable realizar la mejor estrategia de inversión posible: la de diversificación.

Basta con consultar una guía básica de inversiones para nuevos inversores con tal de darse cuenta de la relevancia que adquiere el simple hecho de diversificar. Y es que centrarse únicamente en un tipo de activo puede derivar en que, tarde o temprano, experimente una fuerte caída que pase factura a tu cartera. Sin embargo, en caso de que los activos sean muy variados, es bastante improbable que las caídas afecten a todos ellos.

Ahora que ya sabes lo beneficiosa que puede llegar a ser una estrategia de diversificación, llega el momento de decidir los activos por los que optarás. En pleno 2024 las opciones disponibles son más numerosas que nunca, así que hemos hecho una selección de cinco en total que, por unos u otros motivos, son las principales elecciones de muchos inversores.

Acciones

Empezamos por unos de los activos más populares entre los inversores principiantes y los más experimentados. Nos referimos a las acciones, las cuales ya de por sí permiten aplicar una estrategia de diversificación destinando una mayor o menor cantidad de dinero a adquirir participaciones de empresas que pertenezcan a sectores muy distintos entre sí.

Por ejemplo, en los tiempos que corren puede ser una buena idea decantarse por una o dos empresas energéticas que apuesten de lleno por las renovables, sumando a la lista otras compañías que nada tengan que ver, tales como entidades bancarias y constructoras.

Si no sabes por qué empresas optar para diversificar tu cartera, no dudes en recurrir a aquellas que reparten más dividendos. Así obtendrás una inyección de liquidez semestral o anualmente.

Criptomonedas

Las acciones pueden cambiar su valor en cualquier momento, tal como está demostrando Grifols y sus vaivenes más recientes. Sin embargo, en líneas generales son valores bastante más estables que las criptomonedas.

Estamos ante un tipo de activo que se caracteriza por ser muy volátil. Bitcoin no es el único ejemplo, puesto que de la lista también forman parte otras criptodivisas como Ethereum que han experimentado fuertes subidas y bajadas en cuestión de no demasiado tiempo. Si eres capaz de lidiar con estas fluctuaciones, son ideales para diversificar tus inversiones.

Oro

De un activo de extrema volatilidad pasamos a otro que se caracteriza por ser todo lo contrario. De hecho, está considerado como una especie de valor refugio. Efectivamente, hablamos del oro.

Es innegable que en octubre de 2012 experimentó un fuerte batacazo, pero dos años después inició su remontada. De tener un valor de 873 euros pasó a los niveles de hoy en día: 1.898 euros en los momentos de escribir estas líneas.

En líneas generales, a pesar de que puede experimentar alguna que otra bajada, el oro y otros metales preciosos como la plata acostumbran a registrar subidas que son vistas con muy buenos ojos sobre todo por aquellos inversores que pretenden llevar a cabo estrategias a largo plazo.

Bonos del Estado

Los tipos de interés están por las nubes. Esto se traduce en que los depósitos estén siendo contratados por muchos inversores que quieren diversificar asumiendo un riesgo muy reducido. Si también es tu caso, valora la existencia de una alternativa muy a tener en cuenta: los Bonos del Estado.

Puedes adquirirlos a través de una entidad bancaria, pero entonces deberás asumir el coste de tratar con un intermediario. Por el contrario, si lo haces de manera directa, obtendrás el mayor beneficio posible.

Pero, ¿de qué rentabilidad hablamos? En junio de 2023, cuando la demanda de este producto para inversores registró un boom sin precedentes, alcanzó un porcentaje de 3,556 puntos.

Inmuebles

Tal vez creas que, para diversificar la cartera con un inmueble, hay que destinar muchísimo más dinero que con el resto de inversiones. Sin embargo, no tiene por qué ser así, ya que existe la posibilidad de comprar terrenos muy asequibles, amén de inmuebles que necesitan una reforma integral.

En cualquiera de los dos casos, el gasto inicial es reducido y puedes irlo aumentando conforme dispongas de más ahorros que pretendas destinar a invertir.

A pesar de la nueva Ley de Vivienda, sigue siendo una buena idea diversificar con un sector como el de los inmuebles. El ladrillo no siempre sube, puesto que dicha falacia quedó desmentida con el boom inmobiliario. Sin embargo, puede proporcionar importantes beneficios si aciertas con la ubicación y el tipo de vivienda de la que pases a ser propietario y, tal vez, futuro arrendador.

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