Diego Fernández - Elices, director de inversiones de A&G asegura que 2022 será el año de la normalización. Tras un 2020 en el que vimos una contracción de la economía como pocas, sobre todo por la rapidez, parece que en este ejercicio poco a poco las cosas se van asentando y esto tendrá muchas derivadas que generarán volatilidad.
Si comenzamos por lo más inmediato, la reunión de la FED, lo cierto es que Powell se enfrenta a un problema de credibilidad. “El mandatario de la FED tiene el importante reto de transmitir a los mercados que será capaz de subir tipos lo que haga falta y a la vez lanzar el mensaje de que sostendrá a los mercados si es necesario, lo que no es fácil”, dice Fernández que alude a “las declaraciones de Powell sobre la inflación promedio sin haber dado la fórmula. Hoy la FED no tiene la credibilidad que ha tenido en otros momentos y se enfrenta a un problema de comunicación”.
Porque lo que no gusta al mercado no es Ucrania sino que haya un error en la política monetaria. “El catalizador de esta corrección ha sido que lleguemos a una situación e nque la FED de corto plazo se encuentre con una inflación que le obligue a subir tipos con una economía que no admite subida en las tasas”. Un miedo que existe en todos los ciclos de subidas de tipos pero la realidad es que incluso en el escenario más negativo (Rusia entra en guerra con Ucrania y se mete la OTAN de por medio) el escenario sería más inflacionista y de menor crecimiento.
Y es que la inflación sigue muy por encima de los objetivos de los Bancos Centrales. En el debate de si la inflación será temporal o permanente lo cierto es que en Europa la mayoría de factores son temporales - lo que más aporta es la energía que, “aunque se vaya a 100 dólares sería menos inflacionista por el efecto base - mientras en EEUU hay dos componentes que seguir de cerca: salarios e inflación en los alquileres, donde se ven factores menos temporales pero todavía es pronto y lo más importante es que comienzan a reducirse los cuellos de botella.
Este experto reconoce que se han aumentado las expectativas de inflación más de lo que lo han hecho los tipos de interés. Lo normal es que esta divergencia se cierre y se reduzcan las expectativas de inflación. Más cuando la macro puede ser fuente otra vez de noticias positivas.
En este entorno, ¿cómo lo harán los mercados? Los ciclos de subidas de tipos son buenos para las bolsas. “Las rentabilidades medias del S&P 500 cuando la FED sube tipos son muy superiores a cuando baja los tipos, que son negativas. De hecho, lo malo para la economía es que bajen los tipos porque es una respuesta del Banco Central para rescatar a una economía que decrece o entra en recesión”.
Estamos en un momento en que la macro mejora, también la política monetaria y, sobre todo, los mercados donde se empiezan a normalizar las estimaciones del consenso sobre el crecimiento de los beneficios. “No olvidemos que lo que explica la subida de la bolsas es el crecimiento de los beneficios, que pueden haber alcanzado un pico”. Desde A&G estiman un crecimiento del 8% en los beneficios para este año que, sin embargo, subirán al 10% el próximo.
A lo que tendremos que acostumbrarnos es a entornos más volátiles pues iremos a un entorno en el que las fuentes de diversificación históricas pueden ser más frágiles. Esto lleva a A&G a sobreponderar renta variable, infraponderan renta fija - con pocas excepciones porque los tipos de interés no subirán mucho y los bonos de gobierno no pagan el riesgo que se asume - posiciones tácticas en liquidez y mirar otros actos como la gestión alternativa aunque “si tuviera que dar una recomendación de inversión concreta sería diversificar nuestras fuentes de diversificación”, concluye el experto de A&G.