Hasta ahora han sido admitidas a cotización una empresa de entretenimiento infantil (Zinkia), una juguetera (Imaginarium), una biotecnológica (Medcomtech) y una especialista en telecomunicaciones (Gowex). Empresas tan dispares, en cambio tienen en común “un proyecto de expansión en su sentido más amplio y, al final, expansión es sinónimo de financiación”. De aquí su inserción en el MAB, justifica Giralt.


El MAB es un mercado autorregulado y desde el equipo gestor admiten que
“haber intentado poner las mínimas limitaciones para hacerlo flexible a todos los sectores”, por lo que “cualquier empresa o sector puede acudir a este mercado, si bien es verdad, que determinados sectores no han tenido acceso a la bolsa tradicional porque todas sus compañías son de reducida capitalización y, probablemente, en el MAB nos vamos a encontrarnos más fácilmente con este tipo de sectores”.

Giralt anima a los inversores puesto que “hasta ahora no se podía invertir en sectores constituidos por empresas de pequeña capitalización pero con el MAB tienen una importante oportunidad de diversificación de cartera hacia otros sectores que no ofrece la bolsa tradicional”. El presidente del MAB aconseja este mercado para “inversores que busquen rentabilidad en el medio y largo plazo, es decir, compañías con un cierto carácter de estabilidad, pues son empresas en crecimiento”. Además, teniendo en cuenta antecedentes, “la rentabilidad de las compañías que operan en otros mercados de small caps es muy atractiva si la comparamos con la de los índices”.

En el equipo gestor del MAB están “muy satisfechos con la evolución del mercado, teniendo en cuenta que la coyuntura es desfavorable y, sin embargo, dos compañías se unieron el año pasado, mientras que en la bolsa tradicional no salió ninguna, y en este año ya vamos camino de 3 y con otras a puertas”, resalta Antonio Giralt.

 


“El Alternext y el AIM son las dos experiencias en las que nos fijamos cuando diseñamos el MAB y creamos la normativa”, dice Antonio Giralt, presidente del Mercado Alternativo Bursátil, pues “son mercados que se parecen bastante e intentamos acoplar lo mejor de cada uno de ellos a las características de las empresas españolas”. El experto analiza que “AIM es un mercado maduro. Nació a mediados de los 90 y tiene alrededor de 1.500 compañías cotizadas”, mientras que “Alternext celebró su quinto aniversario recientemente y tiene 130 compañías cotizadas”. Ambos mercados son “muy parecidos y con un importante componente local muy elevado, más allá de que coticen algunas compañías extranjeras”.

El presidente del MAB afirma convencido que “vamos a ser testigos de nuevas incorporaciones este año”, si bien recuerda que “el mecanismo para acceder se hace mediante un asesor registrado, en este momento 25, y, a través de éstos, nos llegan informaciones de que hay muchas compañías que están próximas en su salida o preparándola”.

A la pregunta de si el MAB puede capear mejor el temporal económico actual, Antonio Giralt dice que “es cierto que ciertas compañías, por ejemplo las biotecnológicas (que pueden ser más proclives a inserción en el MAB), que no van con el ciclo económico y debido a su dimensión, pueden no verse tan afectadas por movimientos coyunturales”.

Desde el MAB han pedido “ayudas económicas para que el coste de acceder a este mercado se vea aligerado”, además de “medidas fiscales para los inversores”. En el apartado económico, Giralt resalta que “ya hay determinadas comunidades autónomas que subvencionan el coste de la salida al mercado de las empresas y también hemos conseguido que la Dirección General de PYMES, dependiente del Ministerio de Industria, a través de INISA, conceda préstamos de hasta 1,5 millones de euros a dos años a tipo de interés 0 para financiar los costes asociados”.
En el tema fiscal, en cambio, admite que “hemos avanzado relativamente porque es un tema complicado pero, a nivel de la Comunidad de Madrid y de Cataluña,ya hemos conseguido que pongan una desgravación por interés para diversificar el riesgo de la inversión en estas compañías”.