El 2017 presupone como un nuevo año de incertidumbres para Europa con varios procesos electorales abiertos donde puede haber sorpresas. Sin embargo, la renta variable europea parece que es la que tiene más capacidad de subida. ¿Hay que apostar de cara al próximo año por fondos con mayor exposición a Estados Unidos, tras la victoria de Donald Trump, o por fondos de bolsa europea?
No cabe la menor duda de que todo lo que sea la agenda política a nivel mundial, pero por supuesto en el caso de Europa es un ruido que genera volatilidad. Más a priori que a posteriori. Estamos viendo como a lo largo del año ante los resultados de un proceso electoral luego han terminado siendo minutos u horas, como ha sido en el caso italiano. Pero no cabe duda que sea un ruido que quizá la gente solo valora en el corto plazo, como si al mercado no le pasara nada, pero luego sí pasan cosas. Sí pasan porque las reformas oportunas a nivel de la economía sin ninguna duda se va a notar en el crecimiento económico y las bolsas, igual que los mercados de deuda al final descuentan la evolución de lo que pueda llegar a ocurrir. Eso hay que tenerlo muy presente.
Sobre Estados Unidos, independientemente de la llegada de Donald Trump, ahora mismo quizá lo que hay que estar muy atentos es que no es un mercado barato. Eso es una realidad objetiva. Además, estamos viendo cómo los tipos de interés están repuntando. Esto se deja notar en muchas empresas norteamericanas e incluso en algunos sectores. Esto lo tenemos que tener muy presente en un mercado que está en máximos históricos. Sobre todo si uno mira los índices. También tenemos por otro lado una economía que está creciendo con los salarios crecientes, donde va a haber una serie de reformas en los que los seis primeros meses del próximo ejercicio puede haber incluso una cierta reaceleración del crecimiento económico y en ese sentido, a pesar de que no sea una bolsa barata, sí recomendaría contar con fondos de renta variable norteamericana. Más que índices fondos de compañías. A nosotros nos gustan las mid caps norteamericanas por eso de que les hagan menos daño un dólar fuerte. Mid caps focalizadas hacia sectores que se puedan beneficiar de una mayor demanda interna de Estados Unidos y es en ese sentido donde nosotros estaríamos focalizando las recomendaciones de Estados Unidos.
Luego tenemos Europa, que es como si fuera la bella durmiente. Se ha quedado dormida a nivel de los mercados de capitales y si me lo permiten hasta del crecimiento económico. Se ha quedado más estancada. Hay cierto crecimiento económico. Si nos fijamos en un gráfico del crecimiento de puestos de trabajo está aumentando con ese desfase de meses, pero no mejoran los salarios y eso se deja notar en las ventas minoristas a diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos. La ausencia de reformas del sector financiero y de otros sectores puede ser un lastre para el caso europeo. Pero es verdad que es un mercado que está más barato y además contamos con el apoyo del BCE. En ese sentido, sí que es un paraguas que rebaja tensiones políticas. Luego hay compañías que son verdaderos titanes, que consiguen tener un resultado positivo que sorprende. Aquí, en este caso lo que más nos gustaría serían fondos mixtos flexibles, que estén posicionados en compañías que en este caso puedan tener buenos resultados, o algún fondo direccional como en el caso de la bolsa española. La bolsa española me gusta para el próximo ejercicio. Con lo cual ahí sí que tendría fondos direccionales en el caso de la bolsa española. También en Francia en el sector industrial. Probablemente no vaya haber sorpresas en Francia en plano político. Me fijaría en las compañías que lo pudieran hacer bien con mucha atención a la debilidad del euro. La divergencia de políticas monetarias entre Estados Unidos y Europa puede beneficiar al euro y ahí sí me fijaría en algunas compañías exportadoras, que si Donald Trump no dificulta el comercio internacional probablemente sí puedan salir beneficiadas.
Por otra parte, mucho se está hablando del mercado de renta fija con esa caída de los precios de los bonos y subida de las rentabilidades. Si está dinámica continúa en los próximos meses… ¿Sería partidario de empezar a apostar por gubernamentales o es mejor estar al margen de la renta fija?
La renta fija la sigo poniendo en un foco de cautela y precaución. Creo que el 2017 el motor de rentabilidad tiene que ser la renta variable y el motor de renta fija no nos tiene que fastidiar la cartera. Con eso me daría por satisfecho. Hasta ahora el motor de rentabilidad ha sido la renta fija. Los fondos de deuda han sido los que mejor han funcionado. Creo que el año que viene tiene que venir la rentabilidad para el conjunto de las carteras vía renta variable. Eso no significa que haya que abandonar la renta fija.
Hay segmentos de deuda que sí ofrecen cierta rentabilidad. Por ejemplo, bonos flotantes norteamericanos. Seguiría contando con fondos de inversión que tengan este tipo de activos. Si uno se fija en el bono a diez años norteamericano o el dos años, lo que estamos viendo son repuntes de los tipos de interés por expectativa de más inflación. El bono a dos años norteamericano a mí me gusta. Ahora está en el 1,10% de rentabilidad. Para encontrar ahora esa rentabilidad en Europa hay que buscar muy mucho. Quizá no lo encontremos o si lo hacemos sería con una calificación crediticia que no sea de investment grade en general. Con lo cual van a ser empresas que estén pasando dificultades financieras o que pueden pasarlas. Hay fondos de inversión que están posicionados ahí. Precisamente en ese tramo de corto y medio plazo. No más allá de tres años. Si me pagan más, por qué me iría a buscar otros tramos de deuda que me pueden pagar algo menos. A mí el treasury en el 2,75% ya me empieza a parecer muy atractivo.
Habrá que estar pendiente de lo que ocurre en la macroeconomía norteamericana, pero dudo mucho que un dólar muy fuerte y unos tipos de interés cercanos al 3% no perjudique al crecimiento económico norteamericano. Con lo cual, cuanto más se acerque a ese nivel de 3%, sí que empezaría a mirar con no malos ojos algún fondo de renta fija flexible que empiece a posicionarse algo largo con los tramos de más duración o más vencimiento en el caso de Estados Unidos. En el caso europeo, yo no cogería duración.
A mí el Carmignac Securité, con esa renta fija flexible, para mí es la liquidez. Donde no voy a estar en 2017 es en monetarios. Están abocados a la rentabilidad negativa. Antes que eso busco un fondo de deuda a corto y medio plazo y de gestión activa. Ahí, en ese sentido, sería mi liquidez. Por último, sí me parece atractivo determinados fondos de renta fija emergente. Gestión muy activa. La deuda emergente utilizaría tramos de corto plazo. Fondos que inviertan en hard currency, pero que cubran ese riesgo con euro, porque la rentabilidad que ofrecen es atractiva; o productos de corto y medio plazo que combinen divisa fuerte con local currency, pero con gestores de verdad que hagan muy buena gestión. Hay en nuestro mercado productos de gestoras nacionales e internacionales que lo están haciendo muy bien.
Además mucho se está comentando del sector bancario donde hay analistas que apuestan por movimientos corporativos más pronto que tarde. ¿Pueden incorporarse bancos a cartera a través de fondos con esas expectativas en el espectro M&A de cara al próximo año?
Nosotros un fondo sectorial de bancos no lo estamos recomendando. Sí recomendamos productos de renta variable bien de zona euro o de renta variable norteamericana, donde nos gusta más el sector financiero, con posiciones tácticas en el sector bancario. Si hace unos meses no lo considerábamos oportuno ahora sí que lo estamos recomendando. Un par de ejemplos serían la cartera del Gesconsult renta variable o del Gesconsult de valores mixtos. Son dos productos que tienen posiciones en bancos españoles. Por supuesto, la casa Abante tiene algunos fondos de inversión con exposición a bancos. Creo que ahí puede ser algo interesante. De todas maneras no sé si se ha cerrado el tema del capítulo italiano. Digo esto porque a ver qué sucede con Monte dei Paschi, y cómo va a ser la reestructuración del sistema bancario. Eso puede motivar unas elecciones anticipadas en el caso italiano y un brote de nacionalismo, que a ver cómo lo digiere la zona euro. Eso sí me preocupa. Vamos a ver qué ocurre con la banca italiana que puede volver a generar ruido.
Y, por último, el petróleo… Una vez que se ha confirmado el acuerdo de recorte de la producción vemos como las energéticas están teniendo mejor comportamiento. ¿Apostaría por compañías de este sector para el próximo ejercicio?
Me parece algo más evidente que estamos más próximos en dejar al petróleo en niveles cercanos entre 50 y 55 dólares el barril, 60 a lo sumo, más que cuando se posicionaba en torno a 20 o 30 dólares el barril. Dicho esto, habrá que estar muy atentos a ver si realmente se cumplen esos recortes de producción, habrá que estar atentos de nuevas empresas dentro de lo que es el sector energético dentro del petróleo que a estos niveles de precio le empiezan a ser atractivos, como el fracking, que puede aumentar su producción. Luego habrá que estar pendientes a la correlación del dólar y del precio del Brent. Si uno se fija históricamente habrá visto que cada vez que el dólar se apreciaba, el precio del petróleo caía. Esta correlación se ha roto. Habrá que ver si es algo temporal o si es algo que perdura durante meses.
Dicho todo esto a los niveles actuales sería más cauto. No incorporaría un fondo del sector petróleo en cartera ahora mismo. Algo táctico vía fondo cotizado, puede ser. Si no, fondos de inversión que tengan posiciones en el sector energético, que por cierto en el caso norteamericano no puedo dejarlo de lado. Pero esto me gusta más que hacerlo a través de un fondo que sea un sectorial de energía. Insisto que en el entorno que nos encontramos por encima de 50 dólares el barril a cuanto más va subiendo el precio me parece que entramos con la fiesta más madura.