Por primera vez desde febrero de este año, los fondos de renta variable, bonos y materias primeras han visto cómo entraba dinero en sus carteras. “El rally táctico del S&P 500 en pos de la resistencia de los 2.060 puntos ha apoyado en las dos últimas semanas las entradas tanto en renta variable como en el high yield”, dicen. Estos analistas creen que en estos momentos también influyen tanto los resultados de las tecnológicas como lo que pueda hacer el BCE.
De hecho, durante la pasada semana se ha producido la mayor entrada de dinero en los fondos de high yield después de que el índice que mide la evolución de estos vehículos haya superado la media móvil de 50 sesiones
. De hecho, afirman en BofA Merrill Lynch que la promesa de bajos tipos y mayor política acomodaticia por parte del BCE va a provocar la búsqueda de mayor rentabilidad.
Por otra parte, la entrada en fondos de renta variable emergente ha sido débil por segunda semana consecutiva, de apenas 400 millones de dólares, cuando en los últimos tres meses han salido 51.000 millones de dólares de este tipo de vehículos de inversión.
Por otro lado, la entrada en fondos de renta variable europea sigue siendo espectacular. De hecho, ha seguido llegando dinero en 21 de las últimas 23 semanas. Explican en la firma que el ETF más popular en este tiempo ha sido el Wisdom Tree Europe Hedge. Esto podría continuar si se cumple la promesa del BCE de que podría estudiar ampliar el QE en diciembre.
Por sectores ha seguido entrando dinero en los fondos de salud, aunque a mucho menor ritmo que en otras ocasiones aunque, no obstante, en las últimas 8 semanas se han producido salida de 3.600 millones de euros. Desde enero de 2011 a agosto de 2015, en Bofa Merrill Lynch han entrado en este tipo de vehículos, 41.000 millones de dólares.
Los fondos en renta fija han sufrido las mayores salidas en 16 semanas, con la huida de 1.100 millones de dólares en este tiempo.
En la entidad explican que los clientes privados de la entidad han estado comprando renta variable en las últimas siete semanas, pero el nivel de apetito del riesgo es el mínimo de las últimas cinco semanas.
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