Unos la llaman sofisticada...mientras que otros la demonizan. La ampliación de capital de 650 millones de euros llevada a cabo por Abengoa B está dando más de un quebradero de cabeza, especialmente a los accionistas que han visto cómo solo en el mes de agosto el valor ha perdido un 96% en bolsa. Sin embargo, poco a poco se van desgranando algunas de las dudas acerca de la operación.
La ampliación, tal y como informa Expansión, se haría emitiendo acciones A y acciones B, consideradas éstas últimas de segunda categoría. De los 650 millones de euros de la ampliación, el 10% lo cubrirán las acciones A y el 90% restante las B. Las A son las que están en manos de la familia Benjumea, que acudiría a la ampliación para no perder el control sobre el grupo. Cada acción A otorga 100 derechos de voto mientras que cada acción B da opción a un derecho.
La familia Benjumea y sus socios tienen el 56,36% de los derechos de voto directamente o indirectamente, lo que supone 5.183 millones de derechos de voto. Con lo que se verán obligados a acudir a la ampliación de capital si no quieren diluir su poder.