¿Qué se juegan la FED ( y los mercados) en esta reunión de septiembre?

La reunión de septiembre de la  FED es el gran foco desde que Powell dio su discurso en el ya tradicional Simposio del final del verano en Jackson Hole.  Una reunión en la que Powell se juega mucho: en el mensaje y en la forma de transmitirlo. Se da por hecho que habrá anuncio de tapering, a finales de este año o comienzos del que viene, pero será crucial que el mandatario de la FED transmita el mensaje de que la retirada de estímulos del mercado será gradual y que el banco seguirá siendo flexible en caso de que las cosas se pongan feas. 

Expansión del Balance de la FED. Fuente: FED

Sin embargo, “creemos que la Fed no puede arriesgarse a dar un paso atrás y dilapidar la confianza que ha ganado en los mercados gracias a su labor de comunicación. De hecho, como lo ilustra el taper tantrum de 2013, los cambios de política monetaria son eventos sensibles para los inversores y está claro que la Fed ha gestionado bien su comunicación hasta ahora. La paulatina reducción de sus compras anunciada en las actas del FOMC el pasado mes de julio ha sido digerida con calma por los inversores, sin ningún impacto material en los mercados”, dice Franck Dixmier, director de Inversiones Global de Renta Fija de Allianz Global Investors.

Para esto también  será clave la  actualización del cuadro económico y el diagrama de puntos (también conocido como dot-plot) extenderá sus proyecciones hasta 2024, cuando los altos funcionarios del banco central de Estados Unidos esperan que el precio del dinero alcance un rango del 1,625%; 

“Esperemos que Powell acierte en su rueda de prensa, que no cometa ningún desliz . Lo más probable es que salga bien porque Powell se desenvuelve bien en contextos formales y este lo es. La FED debería centrar algo en el tapering pero sin precisar y así evitar comprometer su libertad futura para actuar de manera flexible / cambiante si las circunstancias viraran a peor”, asegura Ramón Forcada, Director de análisis de Bankinter. 

Desde el mercado creen que la fecha para anunciar es igual de clave que la fecha en que lo llevará a cabo. En principio, “se espera que el anuncio oficial del inicio del tapering (reducción de las compras mensuales de 120.000 millones de dólares - 80.000 millones de bonos del Tesoro y 40.000 millones de dólares en activos respaldados por hipotecas - ) tenga lugar en la reunión de noviembre, siendo factible que el mismo se inicie en diciembre o ya en enero de 2022, dependiendo del comportamiento que tenga en estos últimos meses del año la economía estadounidense. Nada de esto debería ser una sorpresa para los inversores, aunque no descartamos que, de confirmarse, la reacción de las bolsas occidentales sea negativa.

Tiffany Wilding, economista de EE UU en PIMCO  cree que hay una posibilidad decente de que lo anuncien ya en noviembre” aunque “como esto coincide con la llamada "fecha X" del techo de la deuda del Tesoro (la fecha en la que el Tesoro se quedará sin financiación), sospechamos que la decisión de tapering se retrasará hasta la reunión de diciembre”.

Desde Newton, Jon Day, administrador de cartera de renta fija de Newton, parte de BNY Mellon Investment Management  reconoce que “es probable que esta reunión sea demasiado pronto para que la Fed se comprometa a realizar una reducción gradual, todavía no está muy claro dónde se asentará la inflación y aún existen incertidumbres sobre la senda de recuperación de EE. UU. Todavía queda un largo camino por recorrer para que la economía de EE. UU. Recupere todos los puestos de trabajo que perdió y todavía existe el riesgo de que un aumento en los casos de virus provoque nuevas restricciones”. 

Pendiente de la economía y la inflación

Sobre la economía, en PIMCO creen que “a pesar de una notable rebaja de nuestras estimaciones de crecimiento del PIB real desde la reunión de julio -ahora esperamos un crecimiento del PIB real en el tercer trimestre del 3% trimestral frente al 6,5% previsto inicialmente-, es probable que el FOMC reafirme sus expectativas de comenzar a reducir el ritmo mensual de sus compras de activos "más adelante este año”. 

En Jackson Hole, Powell ya sugirió que era necesario "un progreso sustancial adicional" en el mercado laboral antes de comenzar a reducir, y eso aún no se ha materializado. Las cifras oficiales de agosto mostraron una fuerte desaceleración en la creación de empleo en Estados Unidos, con sólo 235.000 puestos de trabajo creados en comparación con 943.000 de julio. Además, se espera que el crecimiento del tercer trimestre no esté a la altura de las expectativas, a la vez que, con el aumento de las infecciones, la pandemia continúa como telón de fondo.

En cuanto a la inflación, esta semana, los datos de inflación general de EE.UU. se mantuvieron en agosto cerca de los niveles más altos desde 2008, con un aumento de los precios del 5,3% en términos interanuales. Pero “por debajo de la cifra principal, el informe de inflación de agosto respalda nuestra opinión de que las presiones sobre los precios están empezando a desvanecerse. En primer lugar, la subida de precios intermensual se redujo al 0,3%, frente al 0,5% y el 0,9% de los dos meses anteriores. La tasa mensual de la inflación subyacente, que excluye los alimentos y la energía, fue aún más tranquilizadora, al situarse en el 0,1%, el ritmo más lento desde febrero. En segundo lugar, varias categorías de bienes afectados por la pandemia que han estado impulsando la inflación en los últimos meses, como los coches usados, parecen estar normalizándose. Los precios de los coches y camiones usados, aunque siguen subiendo en torno al 32% en términos anuales, bajaron en términos intermensuales por primera vez en seis meses, un 1,5%. Las tarifas aéreas, los alquileres de coches y los precios de los hoteles también bajaron.

Por último, los datos siguen mostrando poco riesgo de una espiral de precios salariales. La media móvil de tres meses del crecimiento salarial en agosto fue del 3,9%, dentro del rango del 3-4% que prevalece desde 2015, según los datos de la Fed de Atlanta”, asegura el departamento de análisis de UBS.

¿Qué efecto tendrá esta reunión en los mercados?

Con esta reunión de la FED quedará marcada la hoja de ruta para 1) reducir la compra de activos mensuales y 2) subir tipos de interés. Algo que el mercado por el momento no estima que llegue antes de finales de 2022 e incluso a comienzos de 2023. “Que no suban los tipos de interés puede ser un consuelo para los hipotecados pero no va a mitigar los efectos de una inflación por encima del 2%-3%. Y la vuelta a la normalidad supondrá la retirada de estímulos y que los mercados, que hace tiempo que no se mueven por fundamentales, se replieguen. Si se retira dinero de los mercados, éstos (bolsa y bonos)  suelen adelantarse. Sí se empiezan a ver cómo los bonos como el de EEUU o el Bund comienzan a corregir, las bolsas también y ese será un escenario de consolidación que podríamos tener en los próximos meses”, asegura Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de inversión. 

Por diferencial de tipos, siempre se han pagado tipos más abultados en EEUU respecto a Europa. “Esto se ha plasmado en una figura de HCH en el euro dólar, que significa que el euro no ha subido, forma un rango de consolidación y el dólar se aprecia. A medida que se aproxima el anuncio del tapering, la apreciación del dólar es más interesante. Quizá si esperamos que el tapering estabilice a las bolsas, que los bonos caigan en precio de forma moderada, se puede esperar que el dólar se aprecie más que el euro”, dice Ruiz.