Este año está siendo un ejercicio convulso en el que se están poniendo de manifiesto numerosas incertidumbres – China, petróleo, brexit, dudas respecto al sector financiero – que afectan a la economía mundial. E
sto está provocando una polarización en las valoraciones de los activos que afecta tanto a renta fija como a renta variable.
En renta fija, los bonos de gobierno de países core se encuentran en mínimos históricos y la curva de gobierno alemán ha entrado en negativo en prácticamente todos los plazos. A pesar de que todos los inversores lo consideran un activo caro, sigue actuando como refugio en los momentos de risk off en los mercados financieros, por lo que mantiene su condición de activo descorrelacionador. Por otro lado, otros activos como la deuda emergente, el High Yield o la deuda financiera ofrecen retornos muy interesantes a medio plazo, aunque están sometidos a una fuerte volatilidad y están muy correlacionados con los activos de riesgo.
En renta variable, observamos un patrón similar en el que los sectores más defensivos como consumo básico, farmacéuticas y servicios públicos tienen unas valoraciones mucho más altas que otros como financieras, energía o materiales, donde las ratios de valoración de las compañías son mucho menores. Sin embargo, el patrón en el año está siendo el de comprar compañías poco volátiles con negocios estables (a excepción de las compañías de energía).
La salida del Reino Unido de la UE está lejos de solucionarse en el corto plazo, por lo que va ser uno de las incertidumbres permanentes que tengamos durante los próximos meses/años. El ‘efecto brexit’ nos deja unos mercados en los que veremos repuntes de volatilidad, lo que va a ofrecer oportunidades tácticas. El primer efecto ha sido la fuerte depreciación de la libra esterlina y la salida de capitales de actividades con un fuerte componente cíclico, como el inmobiliario. Es muy probable que el Reino Unido entre en recesión en los próximos trimestres, aunque los analistas estiman que, por el momento, será leve.
Valoraciones y oportunidades
Las valoraciones actuales de la renta variable nos llevan a encontrar las mejores oportunidades en este activo que en otros. Japón, Europa y emergentes están, en este sentido, en niveles atractivos, más aún después del brexit, aunque siendo tácticos, aprovechando los fuertes movimientos que se están produciendo en algunos mercados. Seguimos infraponderando Estados Unidos por tener una valoración más ajustada.
En renta fija, continuamos otorgando una probabilidad baja a repuntes de tipos en el corto plazo, ya que seguimos observando una fuerte demanda por los activos más seguros. Los datos de inflación deberían recuperar el tono en la segunda parte del año con el efecto base de los precios del petróleo. Aunque mantenemos una infraponderación en el activo, también estamos siendo tácticos en la gestión del mismo, dado que vemos oportunidades en bonos de alto rendimiento (deuda High Yield) y deuda emergente.
En divisas, el dólar estadounidense nos parece suficientemente bien valorado en niveles de 1,11 unidades por euro, teniendo en cuenta que, por paridad del poder adquisitivo, el cruce debería situarse en el entorno de 1,15 – 1,20 dólares. La divisa norteamericana sigue actuando como cobertura en momentos de aversión al riesgo muy fuertes como pudimos comprobar el día siguiente del referéndum británico, cuando el dólar se apreció un 2% frente al euro.
Mantenemos las recomendaciones de inversión de los últimos meses: posición de ligera sobreponderación en renta variable (55%), clara infraponderación en renta fija (30%) y leve sobreponderación en liquidez (15%).