Aunque la recuperación en el sector manufacturero de la Zona Euro se ha acelerado de nuevo, la continua mejora es incapaz de detener la destrucción de empleo, según los datos del PMI (índice de gestores de compras) del sector correspondientes al mes de noviembre y publicados hoy por Markit. En concreto, el PMI manufacturero de la región ha avanzado hasta los 51,6 puntos, desde los 51,3 puntos de octubre, y por encima con la lectura preliminar de 51,5 puntos. Una lectura por encima de 50 implica una expansión en el sector.

Markit ha señalado que los niveles de producción, nuevos pedidos y nuevas solicitudes para exportaciones del sector se han expandido por quinto mes consecutivo, mientras los ritmos de crecimiento de la producción y de los nuevos pedidos se han acelerado ligeramente hasta máximos desde agosto. Asimismo, el ritmo de crecimiento en los nuevos pedidos de exportaciones ha alcanzado un récord de dos años y medio.

No obstante, España ha vuelto a caer en territorio de contracción (48,6 puntos, frente a los 50,9 anteriores), “ya que su débil mercado interno ha contrarrestado la mejora del flujo de los nuevos pedidos para exportaciones”. Sólo Francia ha registrado un nivel peor (48,4 puntos) al ser el único país que ha registrado un descenso en sus exportaciones.

Además, el aumento de los niveles de producción y las carteras más completas de pedidos no han logrado detener la destrucción de empleo, que ha caído por vigésimo segundo mes consecutivo. España, Francia y Alemania han registrado un ritmo más rápido de destrucción. En Grecia, también se han registrado recortes, aunque con la reducción menos severa de casi cuatro años.

“Las encuestas del PMI manufacturero de noviembre aportan buenas noticias en general, aunque sugieren que todavía hay mucho de qué preocuparse en cuanto a la 'salud' de la economía de la Zona Euro”, ha explicado Chris Williamson, economista jefe de Markit. En primer lugar, Williamson explica que las más prometedoras señales de recuperación se limitan a los países del norte, mientras “los países meridionales siguen decepcionando, especialmente Francia y España, que muestran renovados declives evidentes”. Otra “gran preocupación”, según Williamson, es la continua destrucción de empleo. “Cualquier mejora sustancial de la situación de desempleo de la región parece frustrantemente lejos”, concluye.

J.M.