Twitter ayer tras el cierre presentó no resultados de pérdidas de -0,13 $, peores de lo esperado que eran beneficios de 0,12 $ pero ligeramente mejores que los del año pasado que fueron pérdidas de -0,2 $. En resultados ajustados, son beneficios de 0,16 $, más de lo esperado en este segmento.
 

Con respecto a las ventas, quedan en 710,5 millones de dólares, mucho mayores que los del año pasado que fueron casi 480, también ligeramente por encima de lo esperado.
 
Sin embargo, hay un verdadero problema con esta compañía que hasta cierto punto es extensible al resto de redes sociales: aunque haya mucho dinero puesto en ellas, nadie tiene claro que sea un modelo de negocio que pueda durar mucho más allá de una moda, por lo que cada vez que presentan resultados están con el miedo a que empiece a descender el número de usuarios en la red social o la participación en la misma.
 
Con respecto a lo anterior, el número de usuarios que se conecta al menos una vez al mes queda en 320 millones de personas, sin cambios con respecto al trimestre anterior pero que sube casi un 10% con respecto al trimestre del año anterior. La compañía se defienden diciendo que hay menos porque históricamente el último trimestre es su peor momento de todo el año, pero que remonta a principios del que viene porque hay más eventos que son comentados dentro de la red social. Su base de usuarios activos baja a 305 millones desde los 307 del trimestre anterior y ojo que esto es lo que más daño le está haciendo.
 

No debemos olvidar que ya ha habido una red social que ha cerrado, Tuenti. Los motivos son muy diversos y había uno que siempre se está mirando de reojo, como el que los usuarios superen determinada edad y muden a otras redes sociales o simplemente deje de ser una moda entre un determinado grupo de edad.
 
Twitter debe ofrecer más cosas porque otras maneras de interactuar en las redes sociales están teniendo mucho auge como por ejemplo Snapchat en donde una imagen vale más que los 150 caracteres.
 
Reflexionando sobre todo esto, los más veteranos recordarán que esto de las redes sociales ya se inventó antes de la aparición de los grandes como Facebook. Antaño se llamaba IRC. Era una especie de programita que se utilizaba los ordenadores de sobremesa de aquellos entonces y los primitivos portátiles, en donde se conectaban a unos servidores internacionales donde había salas o canales. La proliferación de la utilización de este servicio fue una de las cosas que hizo despuntar los cibercafés, pues muchos iban a estos locales para poder entrar en esos servicios al no tener disponible Internet en sus hogares tal como lo tenemos ahora mismo.
 
Pues bien, era estupendísimo y había canales de tu propia ciudad, hasta de tu propia calle, favoreciendo la interacción de muchísima gente, pero llegó un momento en donde las malas hierbas acabaron por destrozar todo lo que significaba este servicio, ya que empezaron a salir noticias de altercados y violaciones que habían sufrido algunas usuarias por conocer gente por este método.
 
La mala gente y el mal uso de este servicio hizo que fuera decayendo poco a poco y sólo hay que indagar un poco en las noticias de nuestro día a día para darse cuenta de que las redes sociales están teniendo un papel muy importante en un cierto ambiente de histerismo y crítica fácil que entorpece prácticamente todo. La última es lo que le pasó a Dani Rovira con la presentación de los Goya.
 
En resumidas cuentas, debemos estar muy atentos a los efectos secundarios que tenga precisamente esta conexión entre tantas personas, porque aunque muchos consideren estos servicios como una conversación en un bar, la realidad es que sus comentarios quedan plasmados y escritos para la posteridad mientras no se borren. La inmediatez del comentario y el muy importante alcance de todo lo que se escribe, amenaza con deteriorar este servicio exactamente igual que pasó ya con su precursor, por lo que es algo que debemos tener muy en cuenta, por encima de todo lo económico.