Esta decisión, está respaldada por la consecución de un recorte de costes y por las sinergias obtenidas de sus negocios, además de por una posible recuperación en en el precio del crudo y nuevas desinversiones, según las palabras de la vicepresidente senior credit officer de Moody's y principal analista de Repsol para la firma, Elena Nadtotchi, recogidas por la agencia Europa Press.
Así lo señala que explica que el rating de la compañía está apoyado en su "resiliente" perfil de generación de caja, basado en sus significativas operaciones de refino y marketing ('downstream') en Europa, que rebajan la volatilidad en los beneficios y contribuyeron en aproximadamente dos tercios del beneficio bruto de explotación (Ebitda) de 2016.
Para Moody's, Repsol debería ver los beneficios de su mayor dimensión en el negocio de exploración y producción, tras la adquisición de la petrolera canadiense Talisman Energy, que califica como "una buena decisión estratégica que añade tamaño, base de reservas, diversificación y aumenta los activos de la cartera en upstream".
Con esta mejora, las tres grandes agencias de calificación han mejorado la perspectiva de la compañía. En mayo, Fitch elevó el rating de la petrolera de negativo a estable al considerar que las últimas decisiones adptadas por Repsol contribuirán a mantener su disciplina financiera.
S&P también mejoró la perspetiva de la petrolera de 'negativa' a 'estable', reconociendo así los esfuerzos de la petrolera para reducir deuda.