El miércoles hará una semana desde que la Reserva Federal decidiese reducir los estímulos a la economía estadounidense. Una determinación que llegó después de mucha especulación y un sentimiento dividido entre los analistas. ¿Marzo o ahora mismo? Se preguntaban. Sin embargo, se llegó al consenso de que el tapering se empezase a producir ya. En enero de 2014, para concretizar.


El nivel de desempleo, el consumo y el mercado de la vivienda habían alcanzado cotas estables y, por tanto, los miembros de la FOMC vieron un momento propicio para empezar a recortar su programa de compras. En un primer lugar, se reduciría en 10.000 millones de dólares hasta que, a finales de 2014, se terminase de ejecutar y la economía norteamericana funcionase sin ningún tipo de estímulo. (Ver: 
Bill Gross y Pimco, las víctimas de Bernanke)

En este sentido, en relación a los últimos datos macroeconómicos que se han conocido durante el día de hoy, se pone de manifiesto que la Reserva Federal tenía muy bien fundamentada esa retirada de estímulos, sobre todo en lo que se refiere al aumento del consumo en el país.

En concreto, el gasto de las familias, según ha publicado durante el día el Departamento del Comercio, se ha incrementado un 0,5% en noviembre desde el 0,4% revisado en el mes anterior
. Así, se trata de un dato positivo según los analistas, que de hecho estimaban exactamente esa misma lectura, que además ha estado respaldado por otro.


En este caso, la encuesta que publica la Universidad de Michigan sobre el sentimiento del consumidor ha respaldado estos datos, puesto que ha llegado hasta los 82,5 puntos en diciembre, desde los 75,1 puntos en el mes de noviembre. Es decir, es la mayor subida de este índice en los últimos 5 meses.

Asimismo, tomando la lectura desde el mes de julio el resultado sería de 83. En otro orden, el barómetro del estudio de las condiciones económicas actuales subió a 98,6 en diciembre, un aumento desde los 97,9, así como la lectura de noviembre en 88. Los analistas habían estimado 98,1 puntos.