Saltaba la liebre a última hora del martes a raíz de un artículo publicado por el diario Financial Times en el que aseguraba que la Unión Europea habría rechazado inyectar de manera directa dinero en las entidades financieras españolas a petición del Gobierno de Mariano Rajoy. A partir de ese momento comenzó un rally bursátil a la baja y la consecuencia directa sobre el spread de deuda siguiendo, en buena parte, la tónica habitual de nuestros mercados. En todo caso, la Comisión Europea salió al paso con un desmentido en el que se decía que no tenía conocimiento del plan concreto del Ejecutivo, de su petición para ‘prestar’ liquidez a nuestra banca, y que, por lo tanto, no podría negar una ayuda a alguien que no se la había pedido.
Lo que sí hizo es quizás proporcionar una de las noticias más relevantes de este año. Queda abierta la puerta a la “unificación bancaria” y a aceptar “la recapitalización directa” de la misma a través del Fondo de Rescate Europeo. Esto es, el rescate de la banca está a la vuelta de la esquina puesto que de la aprobación de la propuesta se derivará su entrada en vigor a partir del mes de julio. “Siempre está la oposición alemana”, recuerda David Galán, director de Bolsa General, en su intento de moderar cualquier tipo de conclusión anticipada que cree que “esta situación se habría solucionado hace tiempo con la compra de bonos periféricos por parte del BCE”. En manos de Mario Dragui está el futuro de nuestro país, según el analista, que considera que “si no lleva adelante esta propuesta esta misma semana”, no se sabe “qué podrá suceder” mientras que la economía española entra “en un punto de no retorno”. “Esto es munición para los especuladores”, afirma.
¿Irlanda es España dos años antes?
Las comparaciones son odiosas, pero inevitables en tiempos de dudas sobre nuestro sistema financiero. Para ejemplo, el caso de los CDS: el nivel de los ‘credit default swap’ nacionales alcanzaban esta mañana el máximo histórico de los 579 puntos básicos; Irlanda el día posterior a solicitar su rescate al BCE se encontraba exactamente en el mismo nivel. ¿Casualidad? Javier Flores, de ASINVER, apunta a un dato curioso como es la situación, además, del spread de deuda puesto que en el caso español “éste se mantiene por encima de los 500 pb durante tres días, Irlanda, por su parte, aguantó 24 días hasta que tuvo que ser rescatada”. En suma, la semana del 18 de junio veremos si se cumple la regla.
En un artículo algo alarmista publicado por el analista Yalman Onaran para la agencia Bloomberg, se apunta precisamente, en un intento por recalcar las debilidades de nuestro país, a las dos casuísticas que marcan las diferencias entre la situación de la banca española y la irlandesa. De un lado, dice Onaran que las provisiones impuestas por el Gobierno en la segunda reforma financiera del mes de mayo dejan sin cubrir “los más de 1,4 billones de euros en hipotecas y deuda corporativa”. Flores afirma que “en el caso irlandés existía un componente de crédito particular y a empresas muy elevado”, además de la losa del ladrillo, claro está, que constituye el punto en común entre ambos sistemas financieros. “Nuestra banca llega en mejor situación que la irlandesa” en el momento de solicitar ayuda a Frankfurt, afirma el experto.
Segundo punto en discordia según Bloomberg, la relación entre la deuda soberana y la banca. “La cantidad de deuda soberana española en manos de bancos nacionales saltó en un 32% hasta los 231.000 millones de euros hasta el mes de febrero”. No obstante, el nivel de endeudamiento nacional no es tan elevado como el registrado por Irlanda e incluso, comenta Javier Flores, “yéndose el ratio de deuda sobre el PIB hasta el 100%, la situación es mucho mejor”. Es ahí donde el diario The Wall Street Journal fija una diferencia teniendo en cuenta que la CE “no quiere que el tipo de reparto sea igual al que se ha dado con Grecia, Portugal e Irlanda” debido a que el Gobierno “habría reconocido la necesidad de compartir esa carga”.
1. Primer paso: petición de ayuda a la Comisión Europea. ¿Rajoy ya lo habría hecho? Eso depende de la interpretación que se dé a las palabras del presidente, pero a todas luces, sí, al menos en público.
2. La CE estudia la propuesta, en nuestro caso, la inyección de liquidez del Fondo de Rescate Europea al sistema financiero español. En principio, la Comisión no habría recibido tal escrito, aunque ya habla de “unificar” a la banca y de ‘recapitalización directa’.
3. Votación y aprobación por parte de las autoridades que, en este caso, estarían pendientes, nada extraño en este afán por ‘negar la mayor’.
4. Exigencias. Bruselas ya ha puesto seis condiciones, ‘peticiones’, a España en relación a la banca en su mayor medida relacionadas con la fiscalidad. En primer término, se pide un ‘ajuste’ nuevamente a las Comunidades Autonómas para “garantizar la consecución de los objetivos de déficit”. Además, acelerar el proceso por el que se aprobó el retraso de la edad de jubilación hasta los 67 años y que, en principio, estaba contemplado para una implantación progresiva hasta 2027, subir el IVA –no anunciado de manera concreta por el Ejecutivo, pero a todas luces más que previsible incluso para este año- y medidas relacionadas con el empleo tales como impulsar la reforma laboral así como el Plan de Acción Juvenil.
La última medida en cuestión –que es la que aquí nos atañe- es la relativa a la reforma del sistema financiero. En línea con lo publicado por el WSJ, la Comisión Europea recuerda a España que no se tienen en cuenta las pérdidas por hipotecas y créditos a las PYMES. “La exposición a la construcción y la vivienda representa el 10% de sus activos totales a diciembre de 2011”, de la cual “la mitad ya es problemática y podría aumentar a medida que los promotores sean incapaces de pagar”, afirma la CE.
En Irlanda se decidió nacionalizar directamente, en nuestro país por contra se habla aún de ‘intervención’ estatal. “El problema es que se está dudando en si crear un banco malo y al final éste va a ser el Estado”, asegura David Galán. Pero, ¿es suficiente el dinero que ha puesto el Gobierno sobre la mesa para nuestro sistema financiero? Probablemente no y a los cálculos hay que remitirse. Flores afirma que “si aplicamos los criterios seguidos con Bankia para pensar en un rescate a la banca estaríamos hablando de unos 60.000 millones de euros”, aunque reconoce el analista que hay ciertos datos que hacen pensar en una cantidad que podría rondar los 200.000/300.000 millones. En esta línea, JP Morgan eleva esta cantidad hasta los 350.000 millones de euros de los que 75.000 millones irían íntegros a ‘rescatar’ el sistema financiero. David Mackie, analista de la casa americana, considera que España se encuentra “cada vez más cercana al EFSF” y habla eso sí de un rescate a nivel nacional, sin ceñirse de manera exclusiva al sistema bancario.
Sólo la cifra estimada por JP Morgan es superior a la que se estimó para Irlanda, que va ya por el quinto tramo de su rescate, cifrada en un horquilla de entre 80.000 y 90.000 millones de euros. Pero, con todos los números sobre la mesa, ¿España tiene aún capacidad de maniobra? El consenso de analistas afirma categóricamente que no, pese a que existen fórmulas para reducir las consecuencias de un hipotético salvavidas de Bruselas. “Dos decisiones”, apunta Javier Flores, “una bajada de tipos de interés que sería muy beneficiosa para toda la eurozona, también para Francia y Alemania, y el compromiso de ayuda a la banca. Tras ello, se podría considerar apagado el fuego”.
Quiebra técnica
Descartados los países rescatados que se encuentran en situación de quiebra técnica, tanto España como Italia se encuentran peligrosamente cerca y no es la primera ocasión puesto que nuestros vecinos transalpinos ya vivieron esta misma situación hace unos meses. La rentabilidad exigida por el bono a diez años español escalaba a cierre del mercado hasta el 6,66%, mientras que para el bono a cinco años se pedía un 6,13%. En el caso de Italia, sus tipos exigidos, aunque más bajos, se encuentran peligrosamente cerca: bono a 10 años en 5,93%; el de cinco se paga al 5,55%.
Los analistas habla de un “problema de tiempos” en el sentido de negación constante por parte del Gobierno de negar la existencia de una burbuja inmobiliaria hasta que ya era demasiado tarde. “En 2008 estalló la crisis subprime y muchos gobiernos sanearon el balance de los bancos. España ha ido retrasando los deberes”.
Además, el hecho de que el oro haya dejado de ser el activo refugio supone un problema para los inversores que se han visto casi obligados a buscar cobijo en “el bono alemán y de Reino Unido” porque otro problema es, además, que “el banco suizo está intervenido, sino seguro que todo el dinero se iría ahí. Estamos en un punto en el que todo depende de la Unión Europea”, afirma Galán. “¿Hasta qué punto no estamos ya intervenidos?”