Sin embargo, creen que “la menor volatilidad, la mejora en el crecimiento global y un incremento de la presión inflacionaria podrían ser catalizadores positivos para renta variable el año que viene”.
Si finalmente se produce la subida de tipos, los expertos de la firma esperan una mejora de la renta variable europea. De hecho, apenas esperan una mejora del S&P 500 el año que viene de un 1%. También apuestan por una nueva ola de depreciación el EURUSD y una preferencia por los bonos soberanos americanos frente a los alemanes.
Pero, ¿qué posiciones aconsejan para el cortísimo plazo, para diciembre?
1- Cortos en EURUSD: Explican en la entidad que es una de las formas más directas de posicionarse para esta divergencia de política económica. “Nuestras previsiones a 12 meses es que el par se sitúe en 0,95, pero esa zona podría alcanzarse antes si el BCE decide aumentar agresivamente su QE y el resto de medidas extraordinarias”.
2- Comprar bonos EEUU a 10 años que protejan de la inflación: En opinión de estos analistas, “la razón principal por la que consideran una subida más rápida de los tipos es porque la economía se pueda expandir a ratios superiores al 1,75%, lo que presionaría los salarios y la inflación.
3- Bonos alemanes frente a bonos Americanos a 10 años.
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