Sin embargo, no cambia la expectativa de que, en el corto plazo, se observe un dinamismo algo menor de la actividad y, por lo tanto,
Desde el punto de vista de BBVA, el dinamismo económico español se cimienta en factores externos e internos que harán que el crecimiento de la demanda doméstica así como de las exportaciones se modere el próximo año. Esto se traduciría en que podría ralentizar el ritmo de absorción de los todavía elevados desequilibrios que presenta la economía española
Tal y como sostiene la entidad, para reducir esta vulnerabilidad “será fundamental la disminución de la incertidumbre sobre la política económica y la implementación de medidas ambiciosas para aumentar el crecimiento a medio y largo plazo”.
Así pues, BBVA Research mantiene el mismo esquema sobre la economía de España que hace tres meses, al margen de la mejora de dos décimas sobre el crecimiento. Los factores de fortaleza siguen siendo los mismos: el impacto positivo de la política monetaria, cada vez venido a menos; la política fiscal más expansiva de lo previsto, la incertidumbre política en algunos de los competidores del sector turístico; y las reformas implementadas durante los últimos años.
Con todo, el panorama de riesgos sobre el escenario es amplio. Aunque el anuncio del Brexit ha estado lejos de suponer un evento sistémico, las negociaciones que se producirán para hacer efectiva la salida del Reino Unido de la UE siguen siendo inciertas, lo que puede “incidir en una mayor volatilidad, que a su vez tendría un impacto negativo sobre la actividad”.