El presidente de Caixabank, José Ignacio Goirigolzarri, ha afirmado hoy que, gracias al proceso de transformación que viviremos en los próximos años por el impulso de los fondos europeos Next Generation, “nos encontramos ante una oportunidad única para atacar las vulnerabilidades crónicas de nuestra economía”.
Durante su participación en el ‘XXXI Encuentro Empresarial de Elkargi’, el presidente de la entidad ha destacado que, en el actual escenario post covid, estamos “en un momento crucial para nuestro país que, por primera vez, puede salir de una crisis con una trasformación sin precedentes”.
Goirigolzarri ha recordado que las medidas de política económica puestas en marcha a raíz de la pandemia tuvieron que ser excepcionales. La articulación de los ERTE, los avales del ICO y de las sociedades de garantía recíproca (SGR), las moratorias y las inyecciones de liquidez por parte de los bancos centrales “han sido claves para mitigar el impacto económico, financiero y social”.
En relación con la evolución de la pandemia, el presidente de CaixaBank ha señalado que es preciso ser “cautos”, aunque también es cierto que “nos adentramos en una fase de recuperación con un gran brío” y que “estamos en el comienzo de una recuperación en la que debemos ser muy ambiciosos”.
Goirigolzarri ha explicado que la cuestión no es el diagnóstico de las vulnerabilidades de la economía española y sí cómo actuamos para implementar medidas para mitigar sus efectos. En este sentido, ha esgrimido que una de las principales debilidades es la baja productividad, “si bien apoyándonos en los fondos europeos podemos revertir esta situación”.
La mejora de la productividad debe basarse, según el presidente de CaixaBank, en políticas de oferta que son sinónimo de “reformas de calado, como el sistema laboral, el sistema de pensiones o las regulaciones que no propician la creación de nuevas empresas y establecen barreras a una sana competencia”.
Transparencia en la gestión de los fondos europeos
Goirigolzarri ha defendido que la utilización de los fondos europeos tiene que tener una visión “amplia y no cortoplacista”. “Entiendo que es tentador su utilización para conseguir crecimientos en el corto plazo, pero debemos tener una visión más estratégica y asegurar que su utilización mejora la productividad de nuestra economía en el medio y largo plazo”.
Los fondos procedentes de la Unión Europea tienen que gestionarse, según ha explicado el presidente de CaixaBank, “con una enorme transparencia”, tanto en su propia inversión como en los resultados e impacto que generen en la sociedad. En este punto, ha advertido de que es fundamental “evitar la utilización de los mismos con una visión dirigista”.
“Como principio general, las administraciones han de tener como principal objetivo la creación de unas condiciones que sirvan de promoción de las iniciativas empresariales, un caldo de cultivo que apoye al emprendimiento, y atraiga y retenga el mejor talento”, ha indicado Goirigolzarri.
El sistema bancario puede jugar un papel clave en la distribución de los fondos europeos, debido a varios factores: la capacidad de la banca para movilizar enormes cantidades de fondos, porque las empresas van a requerir financiación adicional para apalancar sus inversiones; por la capilaridad de las entidades para que esos fondos lleguen a las pymes, y porque la banca tiene criterio y experiencia para la elección de las empresas receptoras.
“Nos va mucho como país en este tema y desde el sector bancario y, desde luego desde CaixaBank, queremos aportar todas nuestras capacidades y compromiso”, ha dicho el presidente de la entidad.
Educación y formación, claves para luchar contra la desigualdad
Para el presidente de CaixaBank, esta nueva asignación de recursos hacia actividades productivas sostenibles conduce a un reto que es clave para el futuro de la sociedad, como son la educación y la formación a lo largo de toda la vida profesional de las personas.
La apuesta por la educación y la formación, ha añadido Goirigolzarri, se revela como “la mejor forma de luchar contra la desigualdad que, en el caso de España y por contraposición a los países anglosajones, se justifica en un 80% por el desempleo”.
“En esta enorme transformación que tenemos por delante, las administraciones tienen el peso de la responsabilidad, pero honestamente creo que es una cuestión que nos interpela a todos, incluidas las empresas. Porque las empresas debemos ser mucho más protagonistas en, por ejemplo, la Formación Dual, en la que estamos muy lejos de las prácticas centroeuropeas”, ha puntualizado.
Posición de fortaleza de CaixaBank tras la fusión
El presidente de la entidad se refirió también al entorno en el que operan las entidades financieras, marcado por los bajos tipos de interés, los retos estratégicos derivados de la digitalización, así como las presiones competitivas de nuevos jugadores.
“Ante este entorno entedimos que era necesario reaccionar y hacerlo con rapidez. En consecuencia tomamos la decisión de fusionar CaixaBank y Bankia, que es la decisión estratégica más importante que puede acometer una entidad”, ha reconocido.
Como consecuencia de ello, la entidad resultante tiene una mayor posición de fortaleza porque se alcanza un tamaño crítico muy notable que mejora la eficiencia y porque “contamos con mayor músculo financiero para realizar las fuertes inversiones que se requieren en los procesos de digitalización e innovación que queremos liderar”.
Además, tras la integración, CaixaBank cuenta con una mayor robustez financiera y con un balance fuertemente provisionado y bien capitalizado, con el objetivo de estar cerca de empresas y familias para apoyarles en sus necesidades financieras.
“Nosotros no buscamos con esta fusión solo tener mayor tamaño, sino que nuestro objetivo es más ambicioso. Queremos dotarnos de las capacidades necesarias para liderar el proceso de transformación que se está produciendo en nuestro sector”, ha indicado Goirigolzarri, tras apuntar que “lo hacemos desde un modelo muy cercano a la sociedad, a las necesidades de las familias y las empresas”.