Hace unos días salto al mercado la posibilidad de que BBVA se haga con Bankia, en una posible fusión ante el deseo del Gobierno de privatizar la entidad. Solo el pasado martes de deshizo de un 7% de su capital. La parte más positiva de una operación de este tipo es que podría permitir al Estado recuperar una mayor parte de las ayudas públicas destinadas al rescate económico que haciéndolo mediante la colocación de pequeños paquetes en bolsa.
Según publicaba El Confidencial citando a Mediobanca, BBVA podría pagar una prima superior al 30% sobre los niveles actuales de cotización, sobre la base de unas sinergias de 700 millones y de que la operación fuera neutral para el beneficio por acción en 2020, lo que valoraría la entidad rescatada en unos 15.000 millones.
La operación podría tener bastante lógica. Y más teniendo en cuenta que hace menos de seis meses que Banco Santander se hizo con el Popular al precio simbólico de un euro y que la entidad que preside Francisco González ya sonó como favorito en la quiniela de quién se haría con el negocio en España de Deutsche Bank.
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Tampoco hay que olvidar que BBVA recientemente, hace algo más de una semana, ha ejecutado dos grandes operaciones la venta de su filial en Chile por 1.850 millones y la del 80% de sus inmuebles adjudicados a Cerberus por cerca de 4.000 millones.
El plazo que el Estado tiene para privatizar Bankia concluye el 31 de diciembre de 2019. El martes, el Estado, a través del Fondo de Reestructuración (FROB), vendió un 7% del capital de Bankia, operación por la ingresó 818,30 millones de euros, dejando su participación en el 60.63% de la entidad.
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En concreto, la venta se realizó a través de una colocación acelerada entre inversores institucionales, ha vendido el paquete de 201,55 millones de títulos a un precio de 4,06 euros por acción, lo que supone un descuento del 2,7%.
La participación del FROB en Bankia se reduce al 60,63%, tras la segunda privatización parcial que ha realizado el Estado, ya que en febrero de 2014, ya vendió un primer paquete del 7,5% por 1.304 millones de euros.
Con todo, BBVA se comería al pez pequeño, es decir a Bankia, tanto en el negocio bancario como en su evolución bursátil. Y no solo por su tamaño (una capitalización de 48.217 millones frente a una de 11.755 millones) ni por su ponderación en el selectivo español (del 8,8% frente al 1,29%).
Y es que mientras que el banco que preside Francisco González sube desde enero un 14,28%, haciéndolo mejor que el Ibex 35, que avanza algo más de un 10%. La revalorización de Bankia se queda levemente por debajo del 5%.
La rentabilidad por dividendo del segundo mayor banco español está por debajo del de la entidad nacionalizada: un 2,7% frente a un 4,02%.
El PER de BBVA es de 11,96 veces, al tiempo que el de Bankia es de 14,35 veces.
En el caso de Bankia el precio al que cotiza la compañía es inferior a su valor contable, con un valor en libros de 0,89, mientras que BBVA cotiza prácticamente a su valor (1,01).
El consenso de analistas de Reuters recomienda mantener tanto los títulos de BBVA como los de Bankia. Sin embargo, dan a BBVA un precio objetivo de 7,43 euros por acción, lo que la un potencial del 3,1%, mientras que el precio que otorgan a Bankia, de 4,02 euros, le da un potencial de descenso del 1,2%.
Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión dan una puntuación a Bankia de 8,5 sobre 10, compañía que se encuentra en fase alcista con dicha tendencia tanto a medio como a largo plazo.
Mucho peor aspecto técnico tiene BBVA, según los indicadores del área premium de EI, que le dan una puntuación de 1 sobre 10, al tiempo que considera que se encuentra en fase bajista, con dicha tendencia tanto a medio como a largo plazo y una volatilidad decreciente en ambos periodos.