OHL vive momentos de gloria. Tras la caída cuasi vertical de su cotización desde 2014, agudizada desde que comenzaron las negociaciones para su fusión con la constructora Caabsa, propiedad de los hermanos Amodio, no ha levantado cabeza. Como podemos observar en su gráfica de cotización, el precio de las acciones ha estado prácticamente de forma continuada en los niveles de soporte.
Tras frustrarse el pasado jueves la fusión de ambas, finalmente los empresarios aztecas compran directamente a la familia Villar Mir el 16% de sus acciones en la constructora y además se aseguran opciones de compra de hasta el 9% de su capital social, con primas que en ambos casos duplicaban la cotización del valor. Eso le garantiza el 25% del capital y le aleja de aquello de lo que huían los empresarios mexicanos: el lanzamiento de una OPA sobre el 100% de OHL.
Eso, además de asegurar y convertir en accionista de referencia a Luis y Mauricio Amodio, ha duplicado con creces, a pesar de la corrección posterior, el precio de la acción lo que supone además un espaldarazo a su capitalización, que ya se mueve con comodidad, tras haber perdido esa cota, por encima de los 220 millones.
Para el analista técnico de Estrategias de Inversión José Antonio González, OHL “ intenta recuperar posiciones a partir del área de soporte que identificamos en torno a los 0,533 / 0,45, atacando en este sentido el gap bajista que se proyecta a partir de los 0,878 y que es aproximación a su media móvil anualizada.”
Y concluye que “de este modo, una superación de las referencias citadas, habilitaría a la demanda a atacar zonas importantes como son (1) el área comprendida en torno a los 1,60 / 1,385 y (2) la directriz bajista de fondo, y no será hasta la superación de éstos niveles estructurales el momento en el que comenzaríamos a apreciar un claro ímpetu por parte de las compras para construir una estructura de máximos y mínimos crecientes sólida”.
OHL en gráfico semanal con Rango de amplitud medio en porcentaje (ventana central superior), MACD (ventana central inferior) y volumen de contratación (ventana inferior)
La compañía acaba de presentar resultados marcados por unas menores pérdidas netas, de 7,3 millones en el primer trimestre del año, un 5,2% menos que hace un año. De momento OHL señala que sus cuentas no se han visto afectadas por el Covid-19, ante el ERTE realizado a 13.000 de sus empleados y otras medidas financieras, aunque reconoce que el efecto coronavirus se dejará sentir en la compañía a lo largo del año.
De ahí que esté reforzando su liquidez para lo que viene. Con esa idea ha pedido un crédito, avalado por el ICO por valor de 140 millones de euros. Así ese colchón financiero se eleva ya por encima de los 543 millones.
A pesar de este balón de oxígeno para el valor, nuestros indicadores premium muestran nada menos que cero sobre 10 en la puntuación total. Lo que se traduce en que los inversores no deberían plantearse entrar en OHL, que además viene de niveles bajos pero superiores en esta valoración. Además nuestro indicador rojo se encuentra en todo momento por encima de la cotización, lo que aleja posibilidades de compra.
Asi que, a la espera de novedades en la nueva etapa de OHL, la espada de Damocles del Covid-19 en un sector tan sensible como el de la construcción no invita a tomar posiciones.
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